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9 claves para estudiar y recuperar en verano

Este artículo está destinado a estudiantes —o padres de estudiantes— que deban recuperar sus asignaturas en septiembre. Especialmente para alumnos que tienen que recuperar algunas pocas asignaturas (no 7 u 8, a estos les recomendaría directamente un coaching académico con un profesional de nuestro centro). Con estos consejos espero poder acompañarles un poco en la orientación de su estudio y mejorar su rendimiento académico y su disfrute del verano para que no sea tan frustrante.

Estudiar en verano es un desafío por el clima, la pereza, la desorganización de tener demasiado tiempo, la desesperanza de haber fracasado, y la falta de presión; pero también puede ser una oportunidad genial para estudiar bien, sin imprevistos, a nuestro ritmo y sin ese sin fin de deberes terriblemente cansino.

En este artículo os quiero contar 9 orientaciones que, como psicólogo y orientador experto en coaching académico, doy a muchos estudiantes para que les sea mucho más productivo y eficaz su estudio de verano.

9 claves para estudiar en verano

1- Aprende a investigar

No hay profesores, es tu oportunidad para potenciar el estudio autodidacta, que es la mejor forma de aprender. Por un lado es cierto que tienes la barrera de que nadie te resolverá las dudas, pero por otro, has de saber que investigar es en sí mismo una técnica de estudio, pues cuando empleas tu tiempo y tu esfuerzo en investigar un tema por tu cuenta, difícilmente se olvida. Investigar es el proceso más natural para aprender.

Además, en el siglo XXI tenemos el maravilloso YouTube con los mejores profesores dándonos clases gratis online. Hínchate a ver videos de matemáticas, física, historia, inglés… no te cortes.

2- Ni se te ocurra estudiar en casa: ve a la biblioteca

Planes de verano, piscina, la casa llena de gente, visitas de la familia, ocio, el follón de la típica limpieza general de todos los veranos, levantarse tarde… Esto es lo que suele caracterizar el ambiente que generalmente encontramos en las casas los días de vacaciones; todo lo contrario a un buen ambiente de estudio.

3- Cuidado con el calor

Vivimos en España y abrir la ventana, quitarse la camiseta, quitarse los zapatos, tratar de refrescarse los pies con el suelo o poner un ventilador que agite el aire caliente no suele ser la solución para acondicionar una zona de estudio. El exceso de calor afecta directamente la concentración, que es lo que más les cuesta a los estudiantes a la hora de estudiar (y más a los que suspenden). Se puede trabajar con calor de sol a sol pero estudiar es diferente, pues la mente es mucho más difícil de controlar que el cuerpo.

Por ello, soy rotundo: la habitación en la que se estudie debe poseer aire acondicionado. ¡Ojo! El exceso de frío también es malo para concentrarse. La temperatura óptima para estudiar bien es de 22 a 24ºC. Por ello, vuelve a ser importante recomendar la biblioteca como lugar de estudio.

4- Descansa  

Si no te han quedado más de 3 o 4 asignaturas, date unas vacaciones aunque sea de un par de semanas. No pasa nada. Los padres tampoco deben agobiarse. No va a perder el hábito de estudio por 2 semanas que se tome para desconectar. De hecho, no hace falta que estés todo el día estudiando y obsesionado: las horas que más se aprovechan del estudio son las primeras 3 o 4, a partir de ahí la memoria retiene poco. Es más, a menos que tengas demasiadas asignaturas suspensas, te recomiendo el siguiente consejo:

5- Haz algo con tu vida

Un proyecto, algo que de verdad te beneficie y te aporte a ti o a los demás. Los estudiantes os quejáis de que en el instituto no se aprende nada útil para la vida y os doy bastante la razón en cierto sentido, pero cuando tenéis tiempo libre os amodorráis. Luego algunos padres piensan que cuantas más cosas haga el hijo peor, porque tienen que recuperar y eso puede distraerle. No es verdad (siempre y cuando no tenga 8 suspensos). Por el contrario, cuantas menos cosas tengas que hacer, menos harás. Hacer algo verdaderamente interesante y productivo con nuestra vida es lo que más mantiene nuestra mente despierta y en forma para evitar que caiga en la típica desidia mental del verano.

6- Aprende cosas que de verdad te interesen

Estudia, pero no solo las asignaturas. Cuando leemos e investigamos sobre un tema que de verdad nos importa descubrimos lo que realmente significa aprender. La mejor metodología de estudio la sacamos de dentro de nosotros cuando comenzamos a aprender algo que de verdad nos interesa.

Todos debemos tener una lista de intereses donde ir anotando cosas que deseamos aprender para cuando lleguen etapas con más tiempo libre recordar lo que nos ilusiona. A tu edad es muy importante aprender aficiones (créeme, de adulto las valorarás muchísimo): aprender fotografía, tocar la guitarra, jugar al ajedrez, practicar lettering, algún deporte, dibujo, utilizar una tabla de mezclas, componer rap, diseño y costura…

7- Empieza por organizarte

Parece obvio pero los estudiantes de secundaria no se organizan, y menos en verano. Se creen que organizarse es coger un folio y hacerse un horario chapucero en 15 minutos. Una buena organización de todo un verano dura una mañana. En el primer día de estudio no se estudia: es solo para organizarse. Y no te levantas hasta que no te hayas organizado por completo. ¿Y cómo me organizo? Si contactas conmigo a través de nuestra web podrás conseguir mi guía de organización para estudiantes, pero te daré algunos consejos:

  • La parte central de toda organización es hacer una lista de tareas: recabar todo lo que tienes que hacer y hacer una lista completa de todo ello.
  • No te organices por horas sino por objetivos. Márcate unos objetivos: mensuales, semanales e incluso diarios. Establece unos plazos y fechas. Organizarte por objetivos es lo que te hará saber en cada momento si vas bien o mal, si estas siendo o no eficaz.
  • Piensa en cómo lo vas a hacer: desgrana todos los objetivos en tareas concretas que puedas ir tachando conforme las vayas completando. Pero piensa en todo: los esquemas que vas a hacer, el tiempo que debes invertir en investigar, los repasos que necesitarás hacer, las actividades que debes realizar, etc.
  • Revisa y reorganízate: la organización no termina este primer día sino que uno debe reorganizarse cada mes y revisar la organización cada semana y cada día. Si no te organizas te la vas a pegar.

8- Invierte tiempo en aprender técnicas de estudio

Aprovecha para mejorar tu método ahora que tienes un poco de tiempo e investiga sobre técnicas de estudio. Lo agradecerás, tanto durante el verano como durante el curso. Dirás ¡¿Por qué no habré hecho esto antes?! En el centro IPæ tenemos un curso intensivo de métodos de estudio para verano, si te interesa puedes contactar con nosotros para informarte.

9-Intenta estudiar bien ahora que tienes tiempo

No es una obviedad esto que estoy diciendo. Durante el curso a veces es una verdadera frustración estudiar porque no te dan tiempo para aprender bien las cosas: el sistema está mal hecho, van demasiado rápido, nos hacen perder mucho el tiempo bombardeándonos con tareas absurdas, los exámenes se amontonan unos al lado de otros, parece incluso imposible organizarse. Finalmente, pocas veces da tiempo a entender y profundizar adecuadamente en el temario. Pero en verano podemos y si lo ves como una oportunidad, podrás descubrir lo que es estudiar sin esa frustración constante. Tu cerebro —cansado de que le metas a cucharadas datos inconexos— te lo agradecerá.

Tómate tu tiempo para entender absolutamente todo lo que estudias e ir más allá de las cutres definiciones que hay en los libros de texto de las distintas editoriales —que son malísimas— y busca en internet.

¡Fin!

Estos han sido los 9 aportes que quería compartir con todos. Están basados en mi experiencia como coach académico preparando a bastantes alumnos para las recuperaciones (y como alumno regulero que un día fui, ya que en mis tiempos también suspendía algunas asignaturas en junio).

Espero que os hayan servido, tanto a alumnos como a los padres, a modo de orientaciones para poder enfocar el estudio de las recuperaciones con una mejor perspectiva que la de muchos veranos improductivos pasados que todos hemos tenido en algún momento.

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