¿Para qué sirve la Filosofía?

Dicen que la filosofía no sirve para nada. O eso dicen los que no conocen la utilidad de lo unútil.

La Filosofía sirve para aprender a pensar, pues desarrolla la capacidad humana de la razón.

Y no sólo eso, además, sirve para pensar acerca de las cosas más generales de la vida, pues los temas que suele abordar son los más amplios y universales. Lo cual no viene nada mal para (puestos a practicar el pensamiento) aprovecharlo para desgranar y comprender mejor la base de todo nuestro mundo y nuestra vida.

Además, cuando estudiamos a los filósofos, aprendemos a analizar el mundo desde las perspectivas más importantes que han existido e influido en toda la historia de la humanidad y que han condicionado todas las culturas. Esto es de gran utilidad, pues nos ayuda a comprender las culturas y formas de pensar ajenas.

En resumen, la Filosofía nos ayuda a familiarizarnos con el uso del pensamiento, con los pensamientos más importantes y con las diversas formas de pensar.

La Filosofía ayuda a razonar, a conocer mejor y más rápido, a comprender mejor el resto de «asignaturas» o disciplinas, a comprender mejor el mundo. Podríamos decir que la Filosofía te hace literalmente más inteligente acerca de todo y con una profundidad y abstracción que no soportan ni alcanzan el resto de disciplinas por ser demasiado concretas y específicas.

Quizás por esto, nunca he escuchado decir que la Filosofía no sirve para nada a nadie que haya estudiado un poco de Filosofía, porque este es un pensamiento estúpido que desaparece con la primera clase de Filosofía cuando el profesor alumbra nuestra curiosidad al lanzar al aire las primeras preguntas universales que todo el mundo siente como importantes y que todos añoramos contestar, podamos o no.

Preguntas del tipo…

—¿Qué es la realidad? ¿Podemos conocerla?

—¿Qué es la vida?, ¿Por qué hay cosas que tienen vida y cosas que no?, ¿Por qué crecen los árboles y se mueven los animales?

—¿Cuál es el origen del universo?, ¿Y el final?

—¿Qué es el ser humano? ¿Qué papel tiene en medio del universo?

—¿Quién soy yo? ¿Existo? ¿Existe el alma?

—¿Qué es la inteligencia? ¿Cómo sé que lo que sé es real?

—¿Somos libres? ¿Para qué sirve la libertad?

—¿Qué diferencias hay entre un hombre y un animal?

—¿Existe Dios?, ¿Existe el destino?, y si existe ¿se puede cambiar?

—¿Hay vida más allá de la muerte?

—¿Cómo podemos saber lo que está bien y lo que está mal?

—¿Cómo sabemos si algo es bello o feo? ¿Depende de la cultura o del gusto personal?

—¿Dónde está la felicidad?

—¿Cuál es el sentido de la vida?

Creo sencillamente que cualquier persona que se replantee estas preguntas como si fuera la primera vez que se las formula vislumbrará la fabulosa importancia que tiene considerarlas desde la Filosofía . Y también estoy seguro de que, si se deja llevar por la pasión de conocer y entender, saboreará lo mucho que merece la pena pararse a pensarlas, parase a investigar sobre lo que muchos hombres han concluido acerca de ellas y pararse a intentar responderlas por nosotros, desde nuestra razón y nuestra opinión.

En definitiva, la Filosofía sirve para aprender a pensar y hacernos literalmente más inteligentes, así como para comprender las realidades más importantes como son la sociedad, Dios, la felicidad o a nosotros mismos. Sin Filosofía el conocimiento de estas realidades tan vitales sería parcial y subjetivo, limitado a la intuición o a la imaginación.

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Juan Carlos Beato Díaz

Psicólogo y Coach del Centro IPae