En los años que llevo como orientador de adolescentes enseñándoles a estudiar, siempre se me hace gracioso encontrar una y otra vez miles de errores súper comunes a la hora de estudiar que son súper sencillos de corregir. Son errores de sentido común, pero que pocos alumnos tienen registrados en su disco duro.
No es que me sorprenda encontrarme estos errores, pues yo también fui un estudiante desastre que no tenía ni pajolera idea de cómo estudiar y los cometí TODOS y cada uno de ellos; luego aprendí técnica de estudio los fui descubriendo y corrigiendo.
Lo que me divierte es que me los encuentro en casi todos mis alumnos y eso expresa mejor que nada la enorme ignorancia que permite el Sistema Educativo a la hora de enseñar a estudiar.
Y para ahorrarme repetir estos consejos otras miles de veces, decidí escribir este artículo: un lanzamiento masivo de 50 ideas súper ciertas e importantes para mejorar en los estudios y en nuestro rendimiento académico. Allá van:
- El mejor lugar para estudiar es la biblioteca: de verdad,hay tantas razones para ello… no me canso de repetirlo. La mejor razón es que mejora mucho la disciplina y ayuda mucho a crear un hábito de estudio.
- Estudia vestido y no en pijama: el cerebro funciona por asociaciones y el pijama lo tenemos asociado a dormir y al descanso. Si nos ponemos ropa de trabajo (la que utilizamos para salir de casa o ir al instituto) eso nos invitará inconscientemente a la actividad mental. Se nota. Y además ayuda a crear un ritual de preparación para estudiar que también mejora la motivación.
- No empieces por la tarea, sino por estudiar. Así empiezas por lo difícil y dejas lo menos cansado para el final. Además, la tarea te la controlan pero el estudio no: si empiezas por estudiar te metes presión a ti mismo que hará que quieras terminar pronto para luego ponerte con la tarea que si te la requerirán.
- Se estudia siempre con reloj: parece un detalle muy tonto, pero tener un reloj a la vista permite tener conciencia del tiempo, lo cual genera feedback que mejora la motivación, ayuda a controlar el nivel de concentración, y mejora la capacidad de organización.
- La temperatura óptima para estudiar va de 22 a 24º: demasiado frío o demasiado calor disminuye la concentración.
- Pregúntate el porqué de todo: si no comprendes lo que lees (sus causas, sus consecuencias, sus relaciones), la dificultad para memorizar se multiplica por 10.
- El cuarto ordenado y limpio mejora la concentración y la motivación: no es solo por evitar distracciones, sino porque el orden exterior inconscientemente nos contagia y nos invita al orden interior o mental. Prueba a estudiar en una habitación súper limpia y súper ordenada, da una sensación diferente que contagia a ser ordenado en más sentidos.
- El mejor descanso para estudiar es charlar con un amigo en persona. Muchas veces no sabemos cómo descansar entre hora y hora de estudio: la conversación es la actividad humana que más repara la mente en estos casos.
- Haz deporte: el deporte mejora poco a poco la capacidad de concentración, la motivación, la fuerza de voluntad, la memoria, el sueño y reduce la ansiedad, el estrés y el olvido.
- Estudiar con la tele puesta es una mentira que nadie se cree, no te engañes.
- Sé ordenado, meticuloso, preciso, cuidadoso, súper organizado… No temas obsesionarte un poco con eso, para estudiar es mejor eso que el otro extremo lleno de caos.
- Estudia siempre a la misma hora y sé puntual, eso facilitará mucho más el hábito y hará que te cueste menos fuerza de voluntad estudiar.
- Ve al instituto andando para estar mucho más despierto y atento: durante el camino el cuerpo se espabilará y la mente se despertará también por contagio.
- Ponle un título sencillo a cada párrafo que resuma de qué va. Será tu mejor guía para esquematizar en asignaturas teóricas.
- Repasa en oralmente, mejor que mentalmente: repasa exponiendo como si estuvieras dando una conferencia, así involucrarás más sentidos, no solo el visual sino también el oído; e incluso la propiocepción y el tacto si aprendes a expresarte moviendo los brazos (como los italianos).
- Haz un diccionario de conceptos importantes de cada tema, merece la pena. Los conceptos son la base del conocimiento, si sabes definir de forma sencilla los conceptos principales, tendrás todo lo importante para entender un tema a fondo. Además, los conceptos suelen ser una buena parte de la teoría y son fáciles de aprender (siempre y cuando estén bien definidos).
- Estudia a partir de las 17:00. Si sales de clase a las 15:00 y tienes que estudiar más de 2, 3 o 4 horas…, necesitas al menos 2 horas de descanso a la hora de comer. ¡Tras 6 horas de clase estas agotado!
- Busca entender todo lo que lees, absolutamente todo: no puede haber ninguna palabra que no sepas lo que significa, no hay nada más difícil que memorizar cosas absurdas que no se comprenden.
- Duerme al menos 9 horas al día, 8 si eres mayor de edad, 10 si eres menor de 12 años. Es sencillamente la necesidad biológica más importante para rendir bien y tener algo de motivación.
- Nunca estudies en la cocina ni en el salón: son lugares asociados al ocio y al descanso, te concentrarás mucho menos.
- Aprende a localizar y expresar tus dudas: te ayudará, no solo a poder preguntarlas y resolverlas, sino también a saber detectarlas y delimitarlas, lo cual ayuda a detectar qué es lo que falla y facilita la investigación. Es más útil de lo que parece.
- Piensa mucho: no te dediques solo a hacer esquemas y repasar; dale vueltas a lo que estás estudiando, reflexiona, saca conclusiones, elabora juicios y opiniones sobre el tema. Eso hace que se arraiguen las ideas en tu cabeza y en tus sistemas mentales.
- Atiende y reflexiona los títulos de los temas: son lo más importante y ubican mucho al cerebro antes de empezar a leer.
- Nunca estudies tumbado, ni acostado, ni apoyando la cabeza en el brazo o al cualquier sitio: esas son posturas corporales de descanso que transmiten pereza.
- Limpia tu cuarto: preparar y cuidar tu lugar de estudio ayuda a darle importancia, aumentar tu concentración al estudiar y tomarte más en serio el estudio.
- Tira todas las tonterías que tienes en tu estuche, tu mochila, tu escritorio y tu agenda: está demostrado que la sencillez y el minimalismo aumenta la eficacia y el rendimiento.
- Adquiere el hábito de apuntar todo en la agenda y consultarla todos los días: así no se te escapará nada.
- Estudia siempre de unos apuntes claros y limpios: facilita mucho los repasos y la memorización visual.
- Dormir la siesta 20-30 minutos al día mejor el rendimiento académico, sobre todo en esos días que estás más cansado.
- Si no te concentras, estudia de pie (al menos hasta que lleves 20 minutos concentrado), es un pequeño sacrificio de voluntad corporal que mortifica y despierta la mente.
- Antes de estudiar, haz un índice del tema: ubica y ordena mucho la mente durante el aprendizaje.
- Quedar para estudiar con un compañero ayuda a cumplir el hábito de estudio, siempre que el amigo sea responsable. Es como salir a correr con un amigo: es más fácil que solo. Además, dos cabezas piensan mejor que una para resolver las dudas y podéis deciros la lección el uno a otro.
- Investiga: investigar es una técnica de estudio y además te resolverá todas tus dudas y te hará independiente. Cuando investigas algo y lo aprendes por ti mismo lo recordarás muchísimo mejor que si te lo dan mascadito y fácil.
- Haz descansos para estudiar: es tan obvio como hacer descansos para hacer deporte, para vivir, para trabajar, para todo… sin embargo casi nadie los hace. Alucinante.
- Para entrenar la voluntad, practica la sobriedad: durante épocas concretas, renuncia a placeres, no te des caprichos ni premios, haz esfuerzos, soporta cosas desagradables, ayuna, date duchas de agua fría, quita la calefacción… Ensancharás tu fuerza de voluntad.
- La mejor habitación para estudiar es la de un monje: simple, austera, sin distracciones e imposible de desordenar.
- Lee en voz alta: ayuda a concentrarte y a comprender de manera más profunda.
- El día de antes del examen no se estudia: se repasa un poco y, sobre todo, se practica la expresión de las ideas para practicar el proceso de recuerdo y adquirir agilidad mental necesaria para que nos sobre tiempo durante el examen.
- La música para estudiar solo ayuda si es música instrumental, sobre todo para la fase de elaboración de esquemas y para los deberes, y no tanto para memorizar. Aunque no le sirve a todo el mundo.
- El teatro es una de las actividades extraescolares más potentes para mejorar en los estudios. Desarrolla la memoria, la creatividad, la capacidad de comunicación, la agilidad mental, la gestión emocional del estrés o la ansiedad, etc.
- La mejor silla para estudiar es una simple silla de madera con cojín: si es demasiada comodidad relaja, un poquito de incomodidad ayuda incluso, demasiada entorpece.
- La mejor técnica de estudio es enseñar: conviértete en profesor y serás buen alumno. Explicaros el tema unos a otros.
- Para organizarte lo primero es hacer una lista de tareas, luego subraya las cosas más importantes y urgentes de esa lista, por último planifica qué harás y en qué orden y qué dejarás para otro día.
- Imprime tus apuntes, hazte el favor: nunca estudies desde tu móvil, ordenador o tablet, es infinitamente peor, te distraes más y dificulta la memorización.
- Si estás absolutamente descentrado, despistado e incluso bloqueado, levántate y vete. Despéjate y vuelve dentro de un rato. Es como apagar y encender el ordenador: resetéate, no pasa nada, empieza de nuevo. O, si llevas mucho estudiando, quizás es simplemente cansancio.
- Si estás agobiado haz esto: para, respira,no te obsesiones con los pensamientos negativos, descansa un poco estando simplemente parado sin hacer nada durante un momento; no pienses en nada en concreto, solamente atiende tu respiración durante 1 minuto; espera hasta estar un poquito más relajado; luego organízate un poco y sigue aunque sigas un poco agobiado. Si lo haces en este orden te ayudará.
- Para organizar tus tareas, planifica primero las grandes, luego las que son rápidas de hacer, puesto que estas son más fáciles de encajar entre huecos.
- Utiliza YouTube para aprender: es la caña. Mírate videos antes de empezar un tema para que sea más fácil de leer y entender, investiga dudas, curiosea por gusto, etc.
- Los videojuegos y el excesivo tiempo de pantalla es literalmente malo para estudiar: disminuyen la concentración, la memoria, la fuerza de voluntad, la madurez emocional, etc. Redúcelos todo lo posible y mejorarás.
- Antes de estudiar, márcate los objetivos de esa tarde: párate a pensar y haz una lista escrita en un posit de lo que debes hacer. Conforme avances ve tallando. Parece muy simple, pero ayuda mucho a centrarnos.
- Elije un día a la semana para hacer una organización semanal. Escoge el día en el que se te sea más fácil de cumplir el hábito para así consolidarlo. Yo opino que el mejor día son los viernes.
- Aprende técnicas de estudio, ¡por el amor de Dios! No seas bruto. No hay consejo más importante que este para aprender a estudiar con eficacia. Nadie en el Sistema Educativo nos enseña a estudiar bien (salvo excepciones).
Con respecto a este último punto, en el Centro IPæ tenemos un Curso de Técnicas de Estudio, sinceramente, muy bueno y otros servicios (online y presenciales) de formación en métodos para mejorar el rendimiento académico. Te invitamos a que visites nuestra web y los valores porque merecen muchísimo la pena.
No podía dejar de decirlo porque lo pienso de verdad y porque estoy seguro de que sería de interés y de ayuda para muchos de los que hayan pinchado en este artículo ya que desean mejorar en sus resultados académicos y aprender cómo estudiar de manera más fácil, mejor y en menos tiempo.
Sin más dilación, este ha sido mi explosión de consejos sencillos y rápidos para estudiar mucho mejor o, al menos, eliminar un montón de errores tontos que cometemos por ignorancia o por manías que tenemos al estudiar.
¡Espero que te haya servido! Sígueme en mis redes y nos vemos en el Centro IPæ.
Juan Carlos Beato Díaz
Psicólogo y Coach del Centro IPæ
Soy graduado en Psicología con máster de coaching y Psicología Existencial. Estoy especializado en orientación de adolescentes y rendimiento académico, así como en ansiedad y etrés. En 2013 comencé a formarme en IPæ y en 2018 emprendí su sede en Lucena. Me encanta la escritura y la lectura para formarme. Considero que la terapia se resume en leer, escibir y conversar. Puedes reservar cita conmigo aquí.
